Hoy en día, no podemos pensar en un ordenador sin esperar que tenga conexión a Internet, y, por supuesto que disponga de un navegador web porque en la nube se encuentra mucha información valiosa.
Sin embargo, nos detenemos poco en pensar qué hace y menos aún en cómo lo hace.
Llegar a este punto es una historia interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que no existía un objetivo concreto al que dirigirse, y que la tecnología y los estándares han ido detrás de las exigencias del mercado.
Simplificando mucho, un navegador de internet o navegador web, como su propio nombre indica, es algo que permite navegar o moverse por internet.
Técnicamente, es un programa o software que puede conectar con un servidor remoto o varios a través de la red, y solicitar que éstos le proporcionen documentos en determinados formatos, mediante los protocolos de comunicación apropiados, y mostrarlos de acuerdo a su contenido, que puede ser, textos, imágenes, sonidos, vídeo y cualquier cosa que pueda almacenarse en un ordenador.
Esto ha convertido a la web, Internet, en una herramienta poderosísima. El acceso a la información es casi inmediato y el obstáculo es, en todo caso, la sobreabundancia de datos, pero no la escasez.
La información se ubica en direcciones electrónicas o url, por ejemplo: https://www.carrefour.es, a las que podemos acceder añadiendo esta dirección en la sección superior de un navegador para que traiga la información alojada en ese sitio web.
Curiosamente, el sistema Navegador-Red es una reedición del esquema Terminal-Mainframe, con un terminal tremendamente inteligente, y un superordenador compuesto por ordenadores interconectados.
La evolución de los navegadores comenzó con un producto totalmente académico, Mosaic, que fue desarrollado en la Universidad de Illinois cuando todavía la Internet estaba limitada a universidades y centros de investigación.
Así que, cuando la red se abrió al público general, los desarrolladores de Mosaic fundaron Netscape, que por varios años fue el navegador más popular.
Durante un corto tiempo, Netscape se enfrentó, ofreciendo acceso libre a todo servidor que fuera alcanzable con el protocolo HTTP, a comunidades cerradas, como America On Line (AOL) o Microsoft Network y varias más.
Esto hizo que Netscape fuera el líder del mercado durante un par de años, hasta que Microsoft incluyó Internet Explorer (IE) dentro de Windows. A partir de entonces decayó hasta 1998, cuando antes de cerrar, Netscape creó la fundación Mozilla, que desarrolla el navegador gratuito Firefox.
Desde entonces, y debido a que se distribuía junto con Windows, Internet Explorer acumuló enormes cuotas de mercado, e incluso Microsoft fue demandada por abuso de posición dominante en varias instancias, incluida la Unión Europea.
En esta carrera han ido apareciendo otros competidores; Google ha sacado su propio navegador, Chrome, aparentemente optimizado para las aplicaciones en red de Google y para utilizar su buscador, y que tiene versiones para Windows, Linux, Android, iOS, OS X y macOS. Apple, por su parte, ofrece su propio navegador, Safari.
Microsoft decidió sustituir Internet Explorer por Edge, que está basado en una versión de Chrome. Con esto, pretenden terminar con los problemas de compatibilidad y quitarse la imagen de estar promoviendo un producto propietario selectivamente incompatible.
Junto a estos navegadores, producto de empresas que tienen múltiples intereses, hay también otras, cuyo producto principal es el navegador en sí mismo, por ejemplo, Opera.
Opera también tiene una historia curiosa, al estar ligada a la creación del estándar web CSS (cascading style sheets), del que hablaremos más adelante. También existen otros navegadores como Vivaldi y Brave.
Es digno de mención que hay navegadores especializados para desarrolladores, que facilitan la creación de páginas web, y el análisis de problemas, tales como Firefox Browser Developer Edition y también hay navegadores para ser utilizados en terminales solamente de caracteres, o desde las consolas de máquina, como Lynx, Links 2 y w3m.
Google Chrome.
Microsoft Edge.
Mozilla Firefox.
Safari.Opera.
Estaba claro que en esta carrera por dominar el mercado, algo iba a sufrir, y eso son los estándares.
Los navegadores web deben recibir la información en un determinado formato, que es, básicamente una descripción de la diagramación de una página de un texto.
Para que te hagas una idea, toma la portada de un periódico y trata de describírsela por teléfono a otra persona, no el contenido, sino la composición, los colores, los tipos de letra utilizados, los tamaños de los márgenes y las columnas, y, además de todo eso, el contenido. Pues es eso, con el agravante de que al otro lado del teléfono no hay una persona con iniciativa e inteligencia, sino un aparato con tendencia a ser excesivamente literal.
El lenguaje en el que se hace esta descripción se denomina HTML, Hipertext Markup Language, o Lenguaje de Etiquetado de Hipertexto.
Se habla de hipertextos porque un texto en un documento de este tipo puede contener referencias a otro documento, llamadas links o enlaces, que pueden ser seguidas para ampliar esa información. De este modo los documentos de la web pueden enriquecerse tremendamente.
Todo navegador debe ser capaz de entender este lenguaje y reproducir el documento que describe. Sin embargo, eso no fue así desde el principio, pero los fabricante han entendido, con diferentes grados de satisfacción, que hay que convenir en un verdadero – y funcional – estándar. Este está producido por el World Wide Web Consortium o W3C, y actualmente está en la quinta versión.
Otro de los lenguajes que se utilizan en una página web, que antes mencionamos, es CSS, u hojas de estilo en cascada, nombre que indica que estas pueden residir en varios sitios, desde un servidor ajeno al que contiene la página, hasta la línea html que se está presentando.
Como su nombre indica, el css sirve para especificar el estilo, es decir, las características de presentación del objeto al que se refieren. Es decir, si fuera un encabezado de texto, permite especificar, el tipo de letra, el color, la forma de la casilla en la que se presenta, el fondo, la alineación e incluso formatos alternativos en caso de que el navegador en el que se ejecuta no pueda representar exactamente el formato solicitado.
En ocasiones, hay que programar para distintos navegadores un mismo contenido y hacer que la página ejecute cada uno según el tipo de cliente. Actualmente, se utiliza la versión 3 de css.
Hay más cosas en el interior de una página web, como por ejemplo los javascripts, que es un lenguaje de programación que tiene poco o nada que ver con el lenguaje Java, y que permite manipular el contenido de las páginas o su presentación
Así que, tanto HTML, como CSS y Javascript, de los cuales, solo Javascript es un lenguaje de programación como tal, son lenguajes en que están escritos los programas que gobiernan la presentación en pantalla de una página, y que todos ellos han de ejecutar en nuestro PC, bajo el paraguas del navegador. Por ello, la consistencia en adherir a los estándares de la industria es fundamental para poder ofrecer una navegación sin problemas.
Después de entender qué es una navegador de internet o navegador web, podemos decir que, actualmente, la tecnología ha alcanzado un gran nivel de convergencia, ya que es muy fácil cambiar de navegador y no sería una política de negocio razonable insistir en comercializar un navegador con características propietarias, sobre todo, si se tiene en cuenta que la mayoría de los servidores utiliza open source (software abierto) en contraposición a otros, de naturaleza propietaria.
Quedan todavía detalles en los que trabajar y cambios en la industria que pueden afectar a la disponibilidad de ciertas tecnologías, pero al menos se ha establecido una serie de mecanismos que mantienen un nivel de cumplimiento de los estándares.
Los criterios pues, para elegir un determinado navegador pasan por la velocidad para funciones específicas, la facilidad para incorporar funciones adicionales en forma de plugins, y las ayudas que ofrezca para conservar la privacidad.
La decisión es difícil, ya que, los principales jugadores son muy similares en prestaciones.
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